¿Qué clase de autoclave necesito para mi clínica o consultorio odontológico?

Define qué tipo de autoclave se ajusta más a tus necesidades en tu clínica, consultorio o laboratorio, con estas características únicas de cada clase.

Por definición, un autoclave es un recipiente de presión metálico de paredes gruesas con un cierre hermético que permite trabajar a alta presión con vapor de agua y a altas temperaturas, la esterilización de materiales de tipo médico y de laboratorio, con el propósito de destruir las proteínas de los microorganismos y su reproducción.

La generación de vapor interna, permite obtener presiones internas de 103 kPa, lo cual provoca que el vapor alcance temperaturas de 121 grados centígrados. Un ciclo de esterilización a esta temperatura y presión se logra entre 15 a 20 minutos aproximadamente. Así mismo, es posible realizar estos procesos a mayor presión y temperatura (200 kPa a 134°C) con ciclos de 5 minutos aproximadamente para esterilizar material metálico.

Cabe mencionar que, debido a que los ciclos de esterilización de los materiales se realizan por vapor de agua a altas temperaturas, ciertos materiales no pueden ser esterilizados en autoclave, como el papel y muchos plásticos (a excepción del polipropileno).

En el uso odontológico utilizamos estos equipos para garantizar la esterilización de todos los instrumentos y materiales que se utilizan en la práctica profesional. Éstos deben cumplir las normas de bioseguridad que establece la normativa en vigor, Resolución No. 2183 de 2004 “por la cual se adopta el Manual de Buenas Prácticas de Esterilización para Prestadores de Servicios de Salud” (Colombia).

Ahora sí, tras esta pequeña introducción, pasemos a responder la pregunta inicial ¿Cuáles son las clases de autoclave que existen? Estas son: autoclaves de clase N, Clase S y clase B.

CLASE N

La letra N hace referencia a “Naked Solid Products”, es decir “Productos sólidos al desnudo (o expuestos)”. Esto significa que los autoclave de clase N, solo pueden ser utilizados para esterilizar cargas sólidas, que no permiten el paso de vapor o impurezas a través de ellos, tales como pinzas metálicas, recipientes cerámicos, entre otros. Por tanto, estos autoclaves no permiten esterilizar materiales textiles, cargas porosas, cuerpos huecos ni productos embolsados o en cajas de implantología.

Entre sus características más comunes podemos encontrar que son equipos de proceso manual, analógicos, sin ciclo de secado y sin posibilidad de guardar los datos de los ciclos de esterilización. Además, son los de menor costo en el mercado.

En síntesis, podemos utilizar los autoclave de clase N para la esterilización de instrumental sólido (pinzas e instrumental básico de consultorio o laboratorio), sin embolsar y para uso inmediato. No es apto para esterilizar instrumental rotatorio como piezas de mano, ya que el vapor de agua no penetra en la cavidad o zonas huecas.

CLASE S

La letra S hace referencia a “Specific”, es decir “de tipo Específico” y son equipos destinados a esterilizar determinado tipo de instrumental que viene indicado por cada fabricante. La clase S se encuentra en un intermedio entre la clase N y la clase B.

Esta clase de autoclaves permite esterilizar cargas sólidas, como se explicó en los equipos de clase N. Además, son aptos para esterilizar instrumental sólido embolsado (para un secado óptimo, se recomienda colocar la bolsa con la zona porosa hacia arriba). Finalmente, algunos de estos equipos de clase S, tienen ciclos definidos por el fabricante, con programas específicos para material sólido con o sin empaquetado y material poroso (121°C sólido – 121°C poroso – 134°C sólido – 134°C poroso). Por tanto, si bien podríamos esterilizar piezas de mano, debemos de tener en cuenta que los autoclaves de clase S, aunque tienen bomba de vacío (elimina el aire de la cámara), solo hacen un vacío en una fase inicial, por lo cual la esterilización no se profundiza de la manera más óptima, es decir, no estaríamos esterilizando de una manera más completa nuestras piezas de mano.

En conclusión, depende de las especificaciones de cada fabricante el uso óptimo que podemos obtener de los autoclave clase S, para lo cual debemos consultar con el fabricante los ciclos y programas preestablecidos para sacarle el mayor provecho.

CLASE B

La letra B hace referencia a “Big Small Sterilizer”, es decir “Esterilización grande en pequeñas dimensiones”. Con esta clase de autoclaves, se puede esterilizar cualquier tipo de carga: por ejemplo, materiales porosos, pero también materiales embolsados, textiles y cuerpos huecos, como instrumental, turbinas y cánulas.

Entre sus características más comunes podemos encontrar que disponen de ciclos gravitatorios y de vacío, así como ciclos para priones (agente infeccioso) indicado para pacientes con algún tipo de estos patógenos. Además, estos equipos cuentan con procesador de datos para obtener el reporte de los ciclos realizados (impresora para trazabilidad), pantalla para funcionamiento digital y cumplen con los más altos estándares sanitarios y epidemiológicos. Por otro lado, con su bomba de vacío incorporada, elimina por completo el aire interno de la cámara, técnica moderna que se utiliza para esterilizar todo tipo de material (sólidos, porosos, huecos, textiles, líquidos, plásticos, entre otros).   

CONCLUSIONES

En conclusión, creemos que los mejores autoclaves que se adaptan a todo tipo de necesidades son los de clase B. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el precio de un clase B, comparado a un clase N o S, es bastante más costoso; por lo que recomendamos en estos casos, dependiendo de las necesidades que tengamos que suplir en nuestra clínica o consultorio, analizar cuál es la mejor opción.

Elaborado por:

Grupo Dental de Colombia SAS
NIT: 901.339.269

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